miércoles, 7 de julio de 2010

Caído en la arena

La nostalgia de tiempos pasados maltrechos

Provoca un esguince en el pecho de aquel caballero

Clavada su espada en la tierra un agujero

Derrama su sangre y espera su entierro


La calma adensa en los montes marrones

Desierto es el suelo que pisaron los hombres

Llamas envuelven la extensión de montes

Donde nunca jamás volverán a verse brotes


La vida se extingue en un solo segundo

Y su corazón se despide con un latido profundo

Que atraviesa una vez más su cuerpo y el mundo

Que define su muerte con un golpe absurdo


El viento atraviesa sus cabellos cortos

Como el metal que lo atravesó hasta lo más hondo

La brisa derrumba la gran armadura

Que arrastra su cuerpo con violenta bravura


Caído en la arena de montes infinitos

Se apoya su alma sobre el suave lino

Y mirando al horizonte como final diviso

Sobre un caballo negro el negro individuo

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