miércoles, 7 de julio de 2010

Noche enamorada

Tan solo la luz de la luna ilumina tu rostro entre tanta oscuridad nocturna y el cantar de las olas concuerda armoniosamente como único sonar con el soplo de tu bostezo en mi hombro. Las estrellas parecen mirarte directamente a las pupilas como si de una vista irrepetible se tratase. De pronto nace de la penumbra un tenue rayo de luz que atraviesa el cielo ante nuestras miradas siguiendo una estrella fugaz que parece metaforizar la belleza y el amor que sentimos el uno por el otro de una forma tan nítida que no puedo evitar abrazarte mientras tu olor embriaga mis pensamientos. En ese instante siento que mi vida se detiene durante unos segundos para volver la vista atrás y recapacitar durante un momento. Pienso en las veces que la cordura me ha abandonado despidiéndose con una sucia patada que me ha hecho perder la compostura y me ha dejado preso y a merced de un sentimiento lujurioso y loco que me ha llevado a adoptar el más absurdo de los comportamientos, pero, al fin y al cabo, ¿no se trata de eso el amor?¿ no es el amor más que el simple hecho de estimular y utilizar la estupidez una y otra vez con el absurdo y único fin de encontrar la felicidad en ese beso que me despierta cada mañana, ese abrazo que me aísla del exterior o esa caricia que hace que el mundo se detenga? Tremendo y vitalmente necesario absurdo cuyo lecho yace entre las tinieblas de la estupidez e ,irónicamente, paralelo a mi corazón y mis sentimientos involuntarios de amor hacia tu presencia y persona esta noche de cálido sosiego.

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